Ejercicios.
No se trata de someter al cuerpo a rutinas extenuantes, sino de hacer de la actividad física una constante que permita llevar una vida más equilibrada.
La diabetes no tiene rostro ni es una enfermedad de adultos mayores, pues cada día más y más jóvenes son diagnosticados, y una vez que se comprueba que se padece, no hay marcha atrás.
Aunque los médicos prescriben fármacos que ayudan a controlar el nivel de glucosa en sangre, el bienestar del paciente no dependerá solo de estos, sino que el equilibrio solo se alcanza con una dieta adecuada y ejercicios.
Por las características propias de la enfermedad, muchos pacientes creen que la actividad física podría ser perjudicial, sin embargo, es todo lo contrario.
Según el sitio web de diabetes.com existen muchas maneras buenas y de bajo costo para hacer ejercicios e insiste en la importancia de empezar cuanto antes.
Los expertos del portal señalan que una rutina de actividad física comprensiva incluye tres tipos de actividades: ejercicio aeróbico, entrenamiento de fuerza y ejercicios de flexibilidad.
Ejercicio aeróbico.
La importancia que cobra el ejercicio aeróbico se debe a que está comprobado que ayuda a que el cuerpo use mejor la insulina, además fortalece el corazón y los huesos, alivia el estrés, mejora la circulación y disminuye el riesgo de enfermedades del corazón al reducir la glucosa en la sangre y la presión arterial, además de mejorar el nivel de colesterol.
La web señalada recomienda que el paciente trate de hacer 30 minutos de ejercicio aeróbico de intensidad moderada a vigorosa, por lo menos 5 días a la semana o un total de 150 minutos semanales.
“Intensidad moderada significa que está esforzándose bastante, al punto que puede hablar, pero no cantar durante la actividad. Intensidad vigorosa significa que no puede decir más de unas pocas palabras sin detenerse para recobrar el aliento durante la actividad”, explican.
Aquellos pacientes que se ha mantenido en el sedentarismo pueden comenzar con 5 a 10 minutos al día y paulatinamente deberán ir incrementado las sesiones de actividad.
“Si no tiene tiempo para hacer ejercicio durante 30 minutos al día, tiene la opción de dividir los 30 minutos en períodos de 10 minutos o más. Las investigaciones han demostrado que si hace eso, los beneficios son similares.
Por ejemplo, puede caminar vigorosamente durante 10 minutos después de cada comida o puede tratar de hacer ejercicios aeróbicos durante 15 minutos por la mañana antes de trabajar y otros 15 minutos tras llegar a casa. Si está tratando de perder peso y mantenerlo, en la mayoría de los casos, es necesario hacer más de 30 minutos de ejercicio aeróbico al día”, recomiendan.
Actividades aeróbicas:
-Caminar rápidamente (al aire libre o bajo techo en una caminadora)
-Montar bicicleta al aire libre o bajo techo en una bicicleta estacionaria
-Bailar
-Nadar o hacer ejercicio aeróbico en agua
-Jugar tenis
-Subir escaleras
-Trotar/correr
-Caminar en senderos naturales
-Remar
-Patinar sobre hielo o ruedas
-Hacer jardinería de manera moderada a intensa
Ejercicio con pesas.
La web para diabéticos señala que el entrenamiento con pesas (o ejercicios de resistencia) hace que su cuerpo sea más sensible a la insulina y puede disminuir la glucosa en la sangre. Ayuda a tener músculos y huesos fuertes, y mantenerlos así, lo que reduce el riesgo de fracturas de hueso y osteoporosis. Cuanto más músculo tenga, más calorías quema, incluso cuando el cuerpo está en reposo. Hacer pesas evita la pérdida de músculo y esto también es la clave para seguir siendo independiente en la vejez.
Actividades con resistencia:
-Usar máquinas de pesas o pesas en el gimnasio
-Usar bandas de resistencia
-Levantar pesas livianas u objetos como latas o botellas de agua en casa
-Hacer calistenia o ejercicios que utilizan su propio peso corporal para ejercitar los músculos (como por ejemplo flexiones, abdominales, sentadillas, estocadas, ejercicios sentado contra la pared y planchas